13 agosto, 2006

Las Tinieblas del Corazón

"El Hombre no tiene una sola y única vida, sino muchas, enlazadas unas con otras, y esa es la causa de su desgracia."

Chateaubriand


Una de las cosas que tienen las vacaciones es que te dejan más tiempo para pensar. Piensas qué has hecho durante todo el año, a qué personas has conocido, qué otras ya no forman parte de tu vida y cómo has cambiado tú mismo o en que te ha afectado todo esto. Como hacía mucho que no escribía en el blog y el juego del anonimato ha dejado de divertirme, he pensado que ya era hora de escribir este resumen.

Para mí no ha sido un año cualquiera. Necesitaba un cambio en mi vida después de casi dos años en los que se me había olvidado lo que era ser feliz. El precio no ha sido bajo; he tenido que dejar atrás personas a las que me he dado cuenta que quería más de lo que pensaba, mis amigos y amigas de la UPV, especialmente a mis chicas, Nuria y Neus, y compañeros de aventuras como Gonçal, Paco, Vicent y David. También compañeros de piso: los "Luises", Juanito, Carles, Borja y los que oficialmente no vivían en el piso de mi primer año pero que de vez en cuando pasaban por allí: Nacho, Aurora y en menos medida Rosana (a tú sí que et veig una mica més sovint ;) ). Y no podría olvidarme de María, a quien me hubiese gustado conocer mejor durante el tiempo que estuve allí. A todas estas personas sólo puedo decirles que no me olvido de ellas y que las volveré a ver muy pronto, porque la UPV sigue siendo mi casa.

En cambio, otras personas a las que durante muchísimo tiempo consideré imprescindibles han desaparecido de mi vida en mayor o menor medida con mucho menos esfuerzo de lo que pensaba, personas a las que no nombraré porque las sigo queriendo y con las que aún quiero compartir muchas cosas. Aunque suene cruel, no puedo ocultar la verdad y es que vuelvo a sentirme bien conmigo mismo, libre para reir, disfrutar de mis amigos y volver a enamorarme. Libre para vivir, seguir mi propio camino y ser yo mismo otra vez.

Pero el factor que ha contribuido en mayor medida a mi reencuentro conmigo mismo han sido los amigos que he encontrado este año. Rosana, Xavi, Ortuño, Sarita, Irene, Pat, las chicas de ambientales,... Personas que me han hecho sentirme agusto de nuevo. Aquí lo he vuelto a encontrar todo y todo empezó con los ojos de una chica a la que me hubiese gustado conocer más y que, por miedo a perder lo que tanto me ha costado encontrar, por timidez o por lo que cada uno quiera pensar, no conozco mucho más que el primer día. No diré nombre porque sería injusto que se enterara de esta forma (además, yo creo que tonta no es y seguramente ya sabe incluso más que yo), pero pase lo que pase, aunque no pase nada, siempre me acordaré de ella y siempre le estaré agradecido por todo lo que sin saberlo ha hecho por mí, por devolverme una ilusión que me había dejado por el camino hacía mucho tiempo; diciéndolo de un modo más vulgar fue como si me dieran un bofetón y me dijeran "Eh! Despierta, imbécil! Que el mundo está ahi y la vida sigue!". Quiero dedicarle el final de este párrafo a una amiga muy especial, que anímicamente no está pasando ahora mismo por su mejor momento: tienes un corazón que no te cabe en el pecho y quizá mucha gente se aproveche de eso para hacerte daño, pero no caigas en el error egoísta de pensar que estás sola . Ya te lo dije una vez: no mereces estar triste y estoy a tu lado para lo que necesites.

He hablado de las personas que se han ido, de las que han llegado y de las que volveré a reencontrar pronto, pero no he hablado de las que siempre han estado. Este año he tenido poquísimo contacto con todos vosotros, he ido mucho a mi bola y he podido reflexionar sobre muchas cosas. Me he dado cuenta de que la gente evoluciona (o no) de formas distintas y a ritmos distintos, pero siempre mantienen su esencia. Durante este tiempo hemos tenido nuestras diferencias, reconciliaciones, penas, alegrías y momentos "qué más da". Si se me permite la expresión, se han montado cirios tremedos en los que siempre he intentado hacer lo que mantuviera mi conciencia tranquila, para lo que irónicamente muchas veces he tenido que mentir, algo que me asquea sobremanera y que en muchos momentos me ha hecho sentir realmente mal. He visto que nadie es poseedor de la verdad absoluta, que todo el mundo barre para su casa cuando hay algún interés de por medio, y que a la gente le gusta el morbo y la polémica; pero las reglas del mundo no las hemos escrito nosotros y poco podemos hacer para cambiar eso. Sí podemos hacer como que no nos importa como sea el mundo, sino como somos nosotros mismos. No se si sabéis lo jodido que és tener un grupo de amigos divididos en facciones que no pueden verse y que entran en conflicto continuamente, lo incómodo que se hace esa tensión que se forma en el ambiente cuando se junta todo el mundo.

Como dice la canción de Celtas Cortos no tiene porqué ser todo o nada, cada uno es como es y para llevarse bien basta con entendernos los unos a los otros, enterrar el hacha de guerra de vez en cuando, aparcar tus diferencias, que el otro aparque las suyas, pedir un par de pintas de cerveza, brindar y reirse un rato. No recuerdo cuando fue la ultima vez que nos reunimos todos y lo pasamos bien juntos y a la vez, pero sí que me acuerdo de cuando hicimos la primera party en el salón de mi casa, as subsiguientes Goms-parties, cuando íbamos en tropel a ver cualquier película al cine, etc. Todo aquello ha muerto, pero la muerte no es el final.


"La vida sigue y empieza cada segundo, y eso es lo que la hace más grande. Nos reencarnamos una y otra vez hasta el día en que morimos."

Juanjo Sáez
Viviendo del Cuento

No hay comentarios: